Probablemente hayas escuchado decir que los tatuajes de línea fina están hechos para desaparecer, pero la realidad es que hay muchos factores involucrados en cómo se mantiene un tatuaje (no solo de línea fina). 

Podemos imaginar la tinta como una gota de agua y el sol como calor. Entre más expuesta esté al sol, es más fácil que la gota de agua se evapore.

Así funcionan los tatuajes; los rayos ultravioleta del sol “descomponen” la tinta, y puede ocasionar que las líneas se desvanezcan, que los colores se opaquen, y las quemaduras pueden afectar futuros tatuajes.

No es que los tatuajes de línea fina no duren, si no que necesitan cuidados especiales y una buena técnica para poder mantenerse en la piel sin problemas.

Te recomendamos lo siguiente:

1. Escoge bien a tu tatuador.

Buscar a un artista que se especialice en línea fina y tenga experiencia es esencial para que el tatuaje esté bien realizado y pueda sanar mejor.

2. Cuida tu piel.

Sigue las indicaciones de tu tatuador pero sobre todo cuídate del sol. 

Ningún tatuaje está exento a desvanecerse, y es normal que tu cuerpo procese la tinta. 

Dicho esto, todas las pieles son distintas y es muy probable que aprendas más de la experiencia. 

3. Entender que todos los tatuajes y todos los cuerpos son diferentes.

Existen muchas variables que afectan cómo se realiza un tatuaje, y hay cosas que no pueden realizarse tal cual el cliente lo imagina.

Es importante que mantengas una mente abierta y escuches las explicaciones y sugerencias que tu tatuador te da, ya que son siempre teniendo en cuenta que estés satisfecho con tu tatuaje pero, sobre todo, que sane bien.

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